Itsaso Palacio, de Portugalete, ha participado en el Foro de Metodologías Participativas, celebrado este fin de semana 22-25 de abril, en Madrid. Es una dinamizadora y colaboradora de diferentes proyectos de Portugaleteko Aisialdi Sarea y Kiribil Sarea. Nos ha escrito unas líneas, contándonos algunas reflexiones personales...

Eskerrik asko Itsaso!!!

¿Para que la participación? ¿Desde Donde? ¿Impulsada por quienes? ¿Con que objetivos?...

Estas y muchas otras preguntas más son las que han salido durante el congreso de metodologías participativas este fin de semana. Académicas, dinamizadoras, educadoras, militantes y concejalas… entre otras muchas personas hemos intentado ir dando repuestas a estas preguntas, sabiendo que no hay ninguna barita mágica que nos de la clave. Porque cada clave depende del contexto, de las personas, de la comunidad, del entorno… de las múltiples realidades.

La búsqueda de potencialidades, de herramientas, de metodologías ha sido la tarea en la que nos hemos centrado durante el fin de semana. Buscar procesos que generen la participación, sabiendo y aprendiendo de las dificultades y buscando herramientas para derruir esas barreras que generan resistencias para participar.

Como innovador, se ha abordado la dimensión colectiva, la dimensión de la comunidad y el empoderamiento de esta, siempre poniendo las emocionen en el centro de todo proceso participativo, fomentando las conexiones humanas entre las personas que forman la comunidad y dejar claro el objetivo de nuestro papel como trabajadoras en el ámbito; el objetivo: romper con el asistencialismo, romper con las relaciones de exclusión-inclusión, haciendo con la gente de las periferias, construyendo conjuntamente un sistema paralelo y universalizando este, creando una alternativa al sistema que mediante la herramienta del asistencialismo fomenta personas en situación de exclusión e inclusión, haciendo barreras morales, éticas y políticas a toda la comunidad.

¿Cómo conseguirlo?

Con el empoderamiento colectivo. Con una autoestima fuerte y dando respuestas a las necesidades concretas de las persona, con objetivos a corto, medio y largo plazo y sabiendo celebrar cada triunfo colectivo. Rompiendo con los procesos participativos para ellos y ellas y generando procesos participativos que parten de la necesidad propia, aprendiendo a acompañar estos procesos y a no liderarlos desde las instituciones o colectivos.

Otra de las ideas en este congreso ha sido la deconstrucción; entendiendo que somos sujetos creados para no participar, para individualizarnos cada día más, sin empatizar con el vecino o vecina del frente. Para ello, creemos que desde las escuelas se tiene que implantar procesos participativos para que desde txikis, los niños y las niñas, formen procesos participativos y de toma de decisiones colectivas. ç

Si nunca hemos dejado participar, ¿como queremos luego una sociedad participativa?